Vaya pompa que tiene el nombre, pero la ocasión lo merece. Compro muchas veces filetes de lenguado en la pescadería, ya que no tienen raspas y de sabor están muy ricos.
Tenía unas gambas en el congelador, para cuando tortilla con ajetes. Así que puse a macerar los filetes de pescado, que los había cortado en varios trozos, previamente salpimentados, con perejil, ajo picado y cáscara de limón rallada. Guardar una media hora en la nevera (también lo podeís poner al mediodía, y así estará listo para la cena).
Poneís una sartén con un poco de aceite de oliva (del bueno) a calentar, pero que no humee. Echar el pescado, saltear. Añadir un poquito de vino blanco, y añadir las gambas. Hervir un ratito, para que se evapore el alcohol. Vereís que se van juntando todos los jugos y va quedando una salsita...
Emplatar y a disfrutar. Animaros a hacerla, es un receta sumamente sencilla, pero con un sabor exquisito.
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